Las
cosas podrían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo,
sucedieron así.
Papá ha sido ascendido y nos tenemos que mudar. Ya
es la cuarta vez que me tengo que cambiar de colegio a causa de su trabajo. En cierta
parte me gusta, es divertido, conoces gente nueva y tienes amigos por todo el
mundo, hasta que llegas a un sitio que te gusta y no te quieres ir, es el caso
del colegio Casvi. Me han aceptado e
incluido como a una más, como si llevase aquí toda la vida.
En
mi grupo de amigas somos cuatro: Blanca, Marta, Paula y yo, Sara. Esta noche me van a hacer una fiesta “sorpresa”
de despedida, así es, “sorpresa” pero a Blanca se le han escapado dos o tres
cosas y me he dado cuenta de que ir esta noche a su casa para ayudarle a
estudiar Química, cuando ella tiene las mejores notas de clase, es una excusa
poco creíble. Decidí ir vestida un poco
mona, pero nada exagerado para que no sospechasen, al fin y al cabo, yo no
sabía nada.
La
casa de Blanca está a cinco minutos andando de mi casa, así que decidí dar un
paseo antes de ir. Mientras caminaba
recordé todos los momentos que pasamos juntas.
Desde mi primer día en el colegio, ella fue la primera en hablarme y en
preocuparse de que todos me aceptaran como a una más.
Ya
en su casa se me hizo un poco raro que no me abriera la puerta con la rapidez
con la que lo solía hacer siempre y, además, no me abrió ella sino su hermano,
Rodrigo. Me dijo que bajará al salón,
que Blanca estaba en pijama y no le apetecía subir a abrirme. No se escuchaba nada de ruido. Bajé al
salón y allí estaban todos, intentando aguantarse la risa.
-¡SORPRESA!-
gritaron todos
Había
globos con frases de esas que podrías twittear y seguro que ganarías algún
seguidor y también fotos con mis amigos pegadas a las paredes. Los padres de Blanca no estaban en casa así
que, como podrá imaginarse, y sé que no debería decir esto pero me parece
fundamental para mi testimonio, había alcohol para tres veces las personas que
estábamos reunidas.
Ahora
recuerde donde nos hemos quedado. Comienzo de la fiesta “sorpresa” y deje que le
meta en contexto.
Estoy
en la comisaría, contándole todo lo que recuerdo de aquella noche al detective,
resulta que soy sospechosa de asesinato. El problema es que creo que sí fui yo
quien mató a ese chico, o tal vez no, nunca lo sabremos.
Entonces,
continuamos con la fiesta. Estábamos
todos borrachos, algunos se habían ido ya a casa y otros, como la casa
de Blanca es enorme y sus padres no llegarían hasta la otra semana, se habían
acomodado en alguna esquina de la casa y estaban medio dormidos.
Mientras
todos intentaban dejar todo limpio, yo estaba en el ático con
un chico que era amigo de Rodrigo, Jorge. El muerto. Cabe destacar que Jorge y
yo habíamos bebido un poco más de la cuenta y estábamos hablando de tonterías y
situaciones incómodas por las que habíamos pasado. La situación se empezó a
salir de control y Jorge estaba empezando a pasarse un poco, intentó besarme
pero me aparté rápidamente, me cogió del brazo y no me quería dejar ir. Tuve que empujarle, él cayó al suelo y se dio
un golpe en la cabeza. Había sangre a su
alrededor y Jorge estaba inconsciente.
Lo más fácil habría sido dejarle ahí, pero sabía que si le pasaba algo,
Blanca se iba a meter en un buen lio. Bajé al salón y les conté lo que había pasado.
Cuando subimos había mucha más cantidad
de sangre en el suelo y Jorge estaba en una posición distinta a la que yo lo
había dejado. En ese momento supusimos
que intentó levantarse y que después volvió a quedar inconsciente. Con el tiempo nos dimos cuenta de que
estábamos totalmente equivocados.
Rodrigo había ido a un curso de primeros auxilios e intento hacer todo
lo posible para que Jorge volviera en sí, pero al mirarle el pulso se dio
cuenta de que Jorge estaba muerto.
Sé
que tenía que haber sido honesta desde el principio y lo siento muchísimo pero,
por favor, entienda, sólo tengo 17 años, soy de las mejores alumnas de clase,
tengo una larga vida por delante y ¡no puedo cargar con un asesinato! Además,
lo estaba haciendo en defensa propia. ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Voy a ir a la
cárcel? ¿Hay alguna forma de que pueda salir libre de esto? ¡A mí ni siquiera
me gustaba Jorge!
̶ Susan ̶ dijo
el detective – acabo de recibir los resultados de la autopsia de Jorge. No
murió por el golpe que se dio en la cabeza, murió por falta de oxígeno. Alguien
en la fiesta se encargó de que todo pareciera un accidente y de que tú fueras
la principal sospechosa. Necesito saber
si recuerdas algo más de esa noche.
̶¿Qué?
¡He estado preocupándome y sintiéndome como una asesina todo este tiempo y
resulta que todo fue una trampa! Lo
siento detective, no recuerdo nada más de esa noche. Ahora, si me disculpa,
necesito ir a casa y hablar con mis padres, deben estar preocupadísimos. Aunque sigo sin entenderlo. Si no fui yo, ¿Quién fue?
Ivoneth
Frías Grenobles
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