Cuando
tiró de la red, notó que pesaba demasiado, pero nunca imaginó que encontraría
lo que segundos después apareció ante sus ojos, un cuerpo de una chica morena
de aparentemente 15 años, muerta, con marcas de haber sido apuñalada con una
navaja.
¡Es
Sara, la hija de Charlotte! Charlotte era la alcaldesa del pueblo, tuvo dos
hijos: Sara, la mayor, y Henry, el pequeño. Ahora Sara había sido asesinada y
violada… ¿Por quien? No se sabía por quien, por ahora… Niklas encontró a su
mujer nerviosa – ¿Te pasa algo?– le preguntó – ¿Y Sara? –Charlotte le miró, era
una mirada paranoica y aterradora –En casa de su amiga Frida dijo, Niklas negó
con la cabeza –No, he llamado y ella no está allí…su madre ha dicho que ni
siquiera ha venido-dijo, la madre de Sara ahogó un grito y se echo a llorar
–No, no puede ser…– pudo decir. Los dos salieron de su casa y montaron en el
coche, Charlotte llamó a la policía y les pidió que la buscasen, estos dijeron
que harían lo posible por ayudarla. Llegaron a la playa y vieron a Max, el
pescador, contestando a las preguntas de uno de los policías, otros estaban
tomando fotos del cuerpo. Charlotte se acercó poco a poco a la escena del
crimen y cuando vio el cuerpo se echó a llorar, retiró la mirada de su ya
muerta hija y vio a Niklas, pero de pronto se desmayó…Niklas la cogió y la
llevó a la ambulancia, el conductor condujo hasta el hospital y cuando llegaron
a este la llevaron a una sala de reanimación. Niklas se quedó con ella.
Al
mes siguiente la llamaron para hacerla preguntas sobre Sara y su vida social.
Charlotte dio información sobre el novio de su hija, Johnny. A la semana
siguiente le apresaron por ser el único y principal implicado del asesinato de
Sara. Desde entonces se habla de que el fantasma de la chica vaga por el pequeño pueblo de Breda.
EN LA CÁRCEL
–
¡Lo hice porque me engañó con otro! –gritó Johnny, uno de los policías se
acercó rápidamente y le puso en la silla de nuevo.
–Eso
no es todo…dime porqué… ¿No habría sido mas fácil dejarla o darla otra
oportunidad?-preguntó el policía. Johnny se rió –No lo entiendes…ya la di
muchas oportunidades dijo el chico. El policía dio un golpe a la mesa.
–
¡Has matado a la hija de Charlotte! –exclamó el policía, Johnny se encogió de
hombros y le miró con una mirada asesina
–Me
da igual…–dijo. El policía se levantó y miro a los policías que estaban detrás
de el, estos se acercaron a Johnny y le pusieron las esposas
–No
conseguiréis nada…pronto saldré –dijo, y se empezó a reír. El policía hizo una
seña con el brazo
–¡¡Lleváoslo,
y encerradlo en una habitación resistente!! – dijo, los policías se lo
llevaron, y por los pasillos se oían las risas y los gritos de Johnny
–
¡Hacedlo si…hacedlo! – el policía salió de la cárcel y se encendió un cigarrillo,
le dio una calada al cigarro y dijo una palabra al aire:
–Todo
por ti, Sara…-
FIN
IVÁN REYZABAL. 4ºC
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