jueves, 18 de abril de 2013

Un relato cargado de imaginación...


El mundo fantástico de Luis

    Luis era un niño de 12 años, moreno, alto y con mucha imaginación. Tanta imaginación que llegó a crear un mundo en el que reinaba la paz, el amor, y sobre todo la libertad. 

    - Luis Gutiérrez, ¿se puede saber que estás haciendo?, deja de hacer lo que estés haciendo y contesta a mi pregunta – la profesora se acercó a la mesa de Luis y le quitó la hoja y la observó. 

     - ¡¡Con que haciendo dibujitos otra vez!!– dijo la profesora enfadada.
El niño subió la cabeza tímidamente- No es un dibujito, es un cornocopio – contestó el niño aterrorizado. 

    - Luis, Luis...El lunes quiero que vengan tus padres – dijo la profesora. 

    El timbre de la última hora de clase retumbó en todo el colegio avisando el final de las clases. Luis recogió sus cosas y se fue casa. Era viernes y Luis tendría tiempo para recapacitar sobre su rendimiento escolar. Después de cenar se metió en la cama y su madre le dio un beso de buenas noches. 

    - Luis, estás sacando malas notas, ¿por qué? – le preguntó la madre. 

    El niño se encogió de hombros y cerró los ojos- Bueno, Luis, el lunes quiero que pidas perdón a tu profesora- La madre le dio otro beso y le arropó con las suaves sabanas. 

    El sábado pasó y llegó el domingo en el que Luis siempre se va con la bici a pasear por el bosque. Una vez allí, Luis dejó la bici debajo de un árbol, bajó por un terraplén y vio un cornocopio. Los cornocopios son unas criaturas muy pequeñas. En la cabeza tienen muchos cuernos pequeños a modo de cabello. Nariz pequeña y chata y piel dorada y brillante. Luis asombrado al ver tal criatura se acercó y esta se levantó y se giro - Hola Luis- El niño, asombrado le preguntó -H...hola, ¿cómo sabes mi nombre? 

     La criatura se acercó extrañada y le preguntó - ¿No te acuerdas de mí, Luis? ¡Soy Crew! Tu fiel servidor - dijo la criatura con voz musical. -Crew., me acuerdo de ti... ¡Yo te creé! - dijo el niño- ¡Pues claro que tú me creaste! 

    Tú eres Luis, el príncipe de Núbil - dijo la criatura- tienes que venir conmigo, el Rey quiere verte. Desde que te fuiste, Garel ha vuelto y quiere vengarse - dijo Crew con voz temblorosa. 

     -¿Garel? ¿Vengarse? ¿De quién?-preguntó el niño. 

   - El príncipe de las tinieblas quiere vengarse de vos mi señor- dijo Crew-¿P...porque quiere vengarse? –preguntó Luis. 

    -Mi señor, vos le vencisteis en el intento de asesinato al Rey- contestó Crew cogiéndole del brazo mientras se lo llevaba. 

    - No hay tiempo que perder, hay que detenerle y rápido. 

    Llegaron al reino y Luis, asombrado por lo que estaba viendo, casi se desmaya de la emoció.

    -Tranquilo, tranquilo, esto solo es el principio.- dijo Crew. Núbil era un reino repleto de arboles y casas doradas, flores y criaturas. Crew y Luis se dirigieron al palacio y el Rey los hizo pasar al Salón Real. 

     -H...hola majestad - dijo el niño entrecortadamente y haciendo una reverencia. El Rey hizo un gesto con la mano y Luis se incorporó - Luis, como te ha dicho Crew, Garel ha vuelto para vengarse. Mi deber es informar a los demás reinos para que se unan a nosotros en la lucha contra Garel. Esa es tarea que te encomiendo a ti Luis. 

      Luis asintió con la cabeza. Pasaron unos días y tenían a todos los reinos posibles a su lado. -Muy bien, pues esto es lo que tenemos príncipe -dijo el Rey. 

      -Vale, estamos preparados para la lucha –contestó. Luis que ya se había acostumbrado a vivir allí. 

      Un grito se escuchó en medio del silencio - ¡Garel vuelve!,¡Garel vuelve! 

     -Tranquilos - dijo Luis - Seremos menos que ellos, pero nosotros tenemos algo que Garel no tiene y es esto – tocándose el pecho. -¡¡Desenvainad las espadas y preparaos para la batalla!! Garel ya estaba cerca de las murallas. Abrieron las puertas y todos los guerreros incluidos Luis, Crew y el Rey salieron a luchar. 

    Las flechas formaban nubes negras y las catapultas disparaban rocas gigantes. Luis fue abriéndose paso con dificultad entre los ogros hasta llegar a Garel. -Esta vez no me ganaras príncipe- dijo Gare.

    -Eres una criatura sin escrúpulos- contestó Luis, Garel se abalanzó sobre Luis y no tuvo tiempo de defenderse pero el Rey se tiró a protegerle y la espada se clavó en su pecho. 

    -¡¡Majestad!!- dijo Luis -Prin…príncipe…tienes que vencer a Garel pase lo que pase- y el Rey cerró los ojos y cayó preso de la muerte. 

    -Te vas a enterar de esto Garel- dijo Luis furioso, y le tiro del caballo y empezaron a combatir. Luis ganó la batalla contra Garel. Después de la batalla, hicieron un funeral digno de su cargo al Rey. 

     Luis tenía que marcharse a casa y Crew le dio un objeto. -El Rey me dijo que te diera esto si moría- dijo entre lágrimas- Sacó de su bolsillo un anillo de oro que tenía grabado su nombre.

    -Gracias Crew…te echaré de menos- dijo Luis. -Yo…yo también- contestó Crew. Y se dieron un profundo abrazo. Luis fue desapareciendo entre la bruma. Los rayos de Sol le daban tímidamente en los ojos y este se despertó. -Ha sido todo un sueño…-pensó- Luis despierta, tienes que irte con la bici, hoy es domingo- dijo la madre al otro lado de la puerta. Luis se vistió y cuando fue a cerrar la puerta vio un anillo de oro en el que ponía:   “Luis, príncipe y Rey de Núbil”

                                                                                  Iván Reyzabal  4ºC

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